Los devastadores incendios que azotan la región de Valparaíso, en el centro de Chile, han cobrado la vida de 99 personas, de las cuales solo 32 han sido identificadas, según informó el Servicio Médico Legal (SML).
El presidente chileno, Gabriel Boric, expresó que la cifra "aumentará significativamente" y calificó la situación como "la tragedia más grande que hemos enfrentado como país desde el terremoto del 27 de febrero de 2010", que dejó 525 víctimas y miles de heridos. "Una de las urgencias más apremiantes es recuperar los cuerpos de las personas fallecidas", declaró Boric desde Quilpué, una de las localidades más afectadas por las llamas. El mandatario decretó duelo nacional por dos días a partir del lunes.
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, ofreció la ayuda del bloque comunitario para combatir los incendios en Chile. "Chile se enfrenta nuevamente a devastadores incendios con numerosas víctimas mortales, recordándonos los estragos de la sequía y el clima. Expreso mi apoyo y solidaridad al Gobierno y al pueblo chileno; la UE está preparada para colaborar y brindar asistencia en estos momentos difíciles". Fuentes comunitarias indicaron a Efe que la ayuda de la UE no puede activarse hasta que Chile la solicite formalmente a Bruselas.
Se estima que entre 3.000 y 6.000 viviendas han resultado afectadas por el fuego, y el Ministerio de Salud ha declarado la alerta sanitaria en la zona. La ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, señaló que aún no tienen un registro completo de las viviendas o infraestructuras dañadas, pero mencionó que, de manera general, "sabemos que son 16 las villas afectadas, el 30% de ellas son condominios Serviu, el 70% restante son loteos, muchos de ellos irregulares, y campamentos".
El titular del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), Álvaro Hormazábal, anunció que las condiciones climáticas podrían experimentar una leve mejoría en las próximas horas, lo que facilitaría las labores de extinción de los incendios. "A partir de hoy o mañana, se espera la llegada de la vaguada costera, lo que podría generar nubosidad en la costa. Esto incrementaría la humedad y contribuiría a disminuir la intensidad de los incendios", explicó Hormazábal.
El pasado viernes, el presidente decretó el estado de excepción por catástrofe, una medida que le otorga la capacidad de movilizar los recursos necesarios para hacer frente a la emergencia. En un sobrevuelo realizado el sábado sobre las áreas más afectadas, el mandatario enfatizó: "Quiero reiterar el llamado a evacuar sin dudar cuando se indique. El fuego se propaga rápidamente y las condiciones climáticas actuales han complicado considerablemente la lucha contra los incendios".
Boric destacó la prioridad de salvar vidas, brindar atención a los heridos y controlar los focos activos. Además, decidió mantener el toque de queda en varias localidades "todo el tiempo necesario sin ninguna reserva" para facilitar las evacuaciones. Con el objetivo de agilizar las operaciones de rescate y despejar las rutas de evacuación, el Gobierno implementó un toque de queda de 12 horas a partir de las 21:00 hora local (00:00 GMT) en sectores aún no evacuados de Quilpué, Villa Alemana, Limache y Viña del Mar.
Dada la simultaneidad de los incendios y su lugar de origen, las autoridades sospechan que algunos de ellos podrían haber sido provocados intencionalmente. El presidente expresó su indignación, afirmando: "Es difícil concebir que haya personas tan desalmadas capaces de causar tanta muerte y sufrimiento. Pero si existen, las buscaremos, las encontraremos y deberán enfrentar el rechazo no solo de la sociedad en su conjunto, sino también las consecuencias legales y judiciales".