En Pakistán, más de 100 millones de personas están convocadas a las urnas para renovar el Parlamento en un clima de inestabilidad marcado por ataques, encarcelamientos de líderes y denuncias de fraude electoral. La justicia impide a Imran Khan, popular ex primer ministro, presentarse como candidato durante una década. Se destaca el regreso de Nawaz Sharif, líder de la Liga Musulmana, tras un autoexilio, quien ha sido absuelto de cargos de corrupción. En contraste, Khan ha sido condenado a largas penas de prisión. Se reportan ataques terroristas previos a las elecciones, incluidos dos en Baluchistán. Se teme la influencia del Estado Islámico. El clima de violencia ha cobrado vidas y hay preocupación por la seguridad durante las elecciones.