El sector arrocero colombiano enfrenta una crisis sin precedentes que amenaza la estabilidad económica y social de miles de familias campesinas. Este panorama crítico, que se ha intensificado con el paro arrocero iniciado el 3 de marzo de 2025, refleja las profundas dificultades que atraviesan los productores en todo el país.
Razones detrás de la crisis
Entre los principales problemas que enfrentan los arroceros destacan la caída de precios del arroz paddy verde, que ha pasado de $230.000 a $185.000 por carga, generando pérdidas significativas para los agricultores. A esto se suma el aumento de los costos de producción, la falta de infraestructura adecuada como distritos de riego y almacenamiento, y la eliminación del incentivo de almacenamiento, un mecanismo que regulaba la oferta y garantizaba precios más estables.
Además, los productores han señalado que las ayudas ofrecidas por el Gobierno Nacional, aunque suman cerca de $10.000 millones, son insuficientes para cubrir las necesidades del sector. Las pérdidas económicas por hectárea sembrada oscilan entre $1 y $2 millones, lo que ha llevado a muchos agricultores al borde de la quiebra.
Impacto del paro arrocero
El paro arrocero ha paralizado regiones clave como Tolima, Huila, Cesar, Casanare y Meta. Los bloqueos en carreteras han impedido la movilización de más de 211.000 toneladas de mercancías y productos esenciales, afectando tanto a los productores como a los consumidores. La escasez del arroz ya comienza a sentirse en mercados como Corabastos, donde los precios han aumentado considerablemente.
Los arroceros exigen soluciones inmediatas para evitar un mayor deterioro del sector. Entre sus demandas están el establecimiento de medidas para estabilizar los precios, mejorar la infraestructura agrícola y activar salvaguardias contra las importaciones que compiten deslealmente con la producción nacional.
Respuesta del Gobierno
Aunque el Ministerio de Agricultura ha anunciado recursos y propuestas para fortalecer la competitividad del sector, los arroceros consideran que estas medidas no generan un impacto inmediato ni suficiente. Las negociaciones entre el gremio y el Gobierno siguen estancadas, mientras los agricultores continúan perdiendo cosechas y tierras debido a las deudas bancarias y los altos intereses.
Un llamado urgente
El sector arrocero representa cerca de 500.000 familias y genera más de 110.000 empleos directos en Colombia. Sin embargo, su futuro está en riesgo si no se toman medidas claras y efectivas para resolver esta crisis. Los productores han dejado claro que no levantarán el paro hasta obtener respuestas concretas que aseguren su sostenibilidad económica y social.
La situación actual es un llamado urgente para proteger uno de los sectores agrícolas más importantes del país. Sin soluciones inmediatas, Colombia podría enfrentar no solo una crisis económica en el campo sino también una amenaza a su seguridad alimentaria.