Movilidad en Bogotá: Caos vial, obras inconclusas y la frustración de millones de ciudadanos

Movilidad en Bogotá: Caos vial, obras inconclusas y la frustración de millones de ciudadanos

La movilidad en Bogotá se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza para sus más de ocho millones de habitantes. Cada día, la ciudad amanece colapsada por trancones interminables, obras que nunca terminan y un sistema de transporte público que no logra responder a la demanda de una metrópoli en constante crecimiento.

El panorama es crítico: estudios recientes ubican a Bogotá entre las ciudades con mayor tiempo perdido en trancones en América Latina. Según cifras oficiales, un bogotano puede pasar entre 3 y 5 horas diarias atrapado en el tráfico, afectando no solo la productividad económica, sino también la salud física y mental de los ciudadanos.

Los proyectos de infraestructura, como el metro de Bogotá, las troncales de TransMilenio y los corredores verdes, prometen transformaciones estructurales. Sin embargo, la lentitud en la ejecución y la falta de planeación han generado frustración. Los ciudadanos sienten que la política de movilidad ha sido usada más como bandera electoral que como una solución real y sostenible.

A esto se suma el deterioro del sistema TransMilenio: buses repletos, frecuencias irregulares y estaciones en mal estado. Mientras tanto, la alternativa de transporte informal crece sin control, evidenciando la incapacidad de las autoridades para ofrecer un servicio digno y seguro.

Los expertos insisten en la necesidad de una visión metropolitana que integre a los municipios aledaños como Soacha, Chía o Mosquera, ya que gran parte del colapso se origina en el transporte regional. Sin soluciones integrales, Bogotá seguirá atrapada en un círculo de improvisación y promesas incumplidas.

La movilidad en Bogotá no solo es un asunto de tráfico: es un problema de justicia social, de planeación urbana y de voluntad política. Mientras no se tomen decisiones firmes, los ciudadanos seguirán pagando el costo más alto: su tiempo, su dinero y su calidad de vida.

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