La consulta interna del Pacto Histórico, realizada el 26 de octubre de 2025, para definir su candidato presidencial y las listas al Congreso de la República, dejó un sabor amargo y varias preguntas sobre el futuro político de esta coalición. Iván Cepeda, con el 57,42% de apoyo tras el conteo parcial, se consolidó como candidato a la presidencia, superando ampliamente a Carolina Corcho (36%), pero la jornada estuvo marcada por una baja participación de poco más de 2.7 millones de votantes en todo el país, una cifra muy inferior a los 5.8 millones que votaron en la consulta anterior de 2021, cuando el Pacto Histórico estaba en su pico de popularidad electoral.
Este descenso radical equivale a casi la mitad del apoyo electoral previo, un indicio claro de crisis dentro del movimiento que había sido clave en la victoria presidencial de Gustavo Petro. La baja movilización refleja un desgaste político, fracturas internas y una desconexión con parte de su base electoral.
En Bogotá, la elección para la Cámara de Representantes mostró un fenómeno similar. El voto a figuras tradicionales dentro del Pacto Histórico decayó, mientras que personajes sin amplia trayectoria política lograron destacar. El influenciador Walter Alfonso Rodríguez Chaparro, conocido como "Wally", fue el más votado al Senado por Bogotá con aproximadamente 143,000 votos, desplazando a políticos clásicos y demostrando un giro hacia nuevos liderazgos y una política más mediática y menos institucional.
Este perfil mayoritario de los candidatos más votados en Bogotá sugiere una apuesta por figuras emergentes, con fuerte presencia en redes sociales y discursos frescos, en contraposición con los históricos del movimiento. Sin embargo, esta renovación también evidencia la dificultad del Pacto Histórico para retener el apoyo popular con sus figuras fundadoras y consolidadas.
En contexto, la consulta reflejó que la coalición atraviesa un momento complejo. La reducción de la votación demuestra desmotivación y desencanto en sectores que antes la respaldaban masivamente. Denuncias de irregularidades y dificultades logísticas en la votación también afectaron la percepción del evento. El reto para el Pacto Histórico será cómo traducir esta renovación generacional en un crecimiento electoral sólido y superar sus divisiones internas para mantener su relevancia y liderazgo de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de 2026.
